Inventemos la táctica.
Hace algunos años Pep Guardiola creó el falso 9 y si no lo creó, por lo menos lo hizo famoso, porque su falso 9 ya era famoso y se llama Lionel Messi. Cuando años más tarde todos los de aquel brutal equipo recordaban en qué circunstancias surgió, coincidían en que no fue gratuito, no surgió de la nada, surgió por las circunstancias adversas. Surgió por la rivalidad contra el Real Madrid, en palabras textuales de Messi: “Nos tenían muy estudiados y no nos dejaban hacer nada”. Había que inventarse algo, porque cuando pasas por todo lo conocido y parece no haber solución, toca inventarse algo. Es la única manera de que cambien las cosas a tu favor. Y eso hizo Pep, confío en su visión, en su conocimiento, alejándose de lo conocido, confiando en él mismo. Confiando en su olfato, confiando en lo que respira; y eso, es confiar en tu alma. ¡Cuánto nos hace falta confiar en el alma!

Años más tarde, cuando probó con resultados que no todo está inventado, todos aplaudieron aquel salto al vacío que había dado en el Bernabéu un 2 de mayo del 2009. El futbol había encontrado la forma de volverse más hermoso, y la forma era atreverse a cambiar de táctica, atreverse a no esperar resultados distintos haciendo lo de siempre. Atreverse a que la suerte juegue de tu lado provocándola. Atreverse a contradecir reglas, a no quedarse esperando.
Así que la próxima vez que no sepamos cómo encarar el partido, la próxima vez que nos sintamos condenados a repetir historias porque siempre ha sido así, la próxima vez que estemos por entrar al campo rival con todo en contra, la próxima vez que la vida parezca apagada y gris, la próxima vez que todo parezca predecible, creamos en nosotros y cambiemos la táctica, o mejor aún, inventémosla.
Recordemos que el mago es mago más por creer que por crear. Entonces creamos en nosotros e inventémonos algo, que lo de siempre ya se conoce y lo conocido lleva al mismo lugar. Seamos el falso 9 de nuestros partidos, porque nunca se sabe y en una de ésas, el futbol se pone más hermoso y ganamos por goleada en el Bernabéu. ¿Y quién no quiere hacer de la vida (y el futbol) algo más hermoso? Que si a algo hemos venido, es a intentar que se nos vaya la vida en eso.